Los viajes interestatales son el derecho de los ciudadanos de los Estados Unidos a moverse dentro del país sin restricciones gubernamentales.
La sección 1 de la Decimocuarta Enmienda dice:
Todas las personas nacidas o naturalizadas en los Estados Unidos, y sujetas a la jurisdicción de los mismos, son ciudadanos de los Estados Unidos y del Estado en el que residen. Ningún Estado promulgará ni hará cumplir ninguna ley que limite los privilegios o inmunidades de los ciudadanos de los Estados Unidos; tampoco ningún Estado privará a ninguna persona de la vida, la libertad o la propiedad sin el debido proceso legal; ni negar a ninguna persona dentro de su jurisdicción la igual protección de las leyes.
La Constitución y la Corte Suprema de los Estados Unidos reconocen y protegen el derecho a viajar entre estados. El derecho a viajar implica privacidad y libre circulación nacional sin restricciones gubernamentales. En su artículo El derecho a viajar y la privacidad: intersección de las libertades fundamentales, 30 J. Marshall J. Info. Tech. & Privacy L. 639 (2014), Richard Sobel señaló que el derecho a viajar en los Estados Unidos es básico para la libertad estadounidense. El derecho precede a la creación de los Estados Unidos y aparece en los Artículos de la Confederación.
El documento continuó explicando cómo la imposición de una identificación oficial con foto para viajar, los programas de preselección de listas de vigilancia y las exploraciones y búsquedas invasivas en los aeropuertos cargan de manera irrazonable el derecho a viajar y socavan los derechos de los ciudadanos a viajar y a la privacidad.